Sentir,
es una de las tantas emociones que poseemos los seres humanos y comunicarlas
define características imprescindibles que nos diferencian del resto, por este
motivo aprender y desarrollar la capacidad de transmitir, desenvolverte en
cualquier medio de una forma adecuada, honesta y manteniendo tu equilibrio
emocional; son las ventajas que una persona asertiva puede ofrecer y que si te
lo propones, muy seguramente también podrás notar la diferencia al comunicarte
y la percepción que tengan las otras personas de ti.
La
forma de comunicarnos con los demás, es tan importante en la sociedad y el
mundo el cual nos encontramos, que hasta en los casos más simples se vuelve
necesario; si no lo has analizado de esa manera; adelante te invito para que lo
hagas. ¿Recuerdas? aquella sensación extraña cuando el docente te pasa en
frente de tus compañeros para que desarrolles alguna actividad; observas los
rostros de tus compañeros, empieza la sudoración en tus manos, te tiemblan
éstas al coger el marcador, miras de nuevo con cara de desconcierto al resto de
tus compañeros, tu profesor con un semblante rígido y sólo pasas saliva, a
penas tartamudeas para empezar a hablar, terminan de completar el cuadro tus
compañeros, que por tratar de ‘ayudar’
no colaboran mucho ya que no deciden si reírse o medio explicarte lo que
debes decir a último momento mediante señas. Otros ejemplos comunes son;
explicarle a tu jefe el informe final en una reunión de socios, también aquella
ocasión de hablarle a la persona que te gusta y no sabes cómo acercarte,
perdiendo tal vez la única oportunidad que tenías.
Pero,
¿cuál es el secreto de la asertividad?, la respuesta es muy simple; la práctica
diaria
Aunque
la asertividad, no sólo se trata de las palabras y lo que sale de nuestra boca,
sino también de la manera no verbal de
expresarnos (gestos), hay un adagio que dice; ‘un gesto vale más que mil
palabras’ y aunque no lo creas, las otras personas toman en cuenta cada uno de
estos detalles que tal vez pasamos por alto.
En
esta ocasión, el ingenio social está en ti para aprender las habilidades
necesarias y desenvolverte como ‘pez en el agua’ en cualquier ámbito social,
además si acompañas este hábito con una sonrisa diaria, será el complemento
ideal; recuerda que quien quiere cambios inicia consigo mismo.
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